lunes, 29 de junio de 2015

Un pueblo contra la represión


El próximo 1 de julio entrará en vigor la Reforma del Código Penal. Dicha modificación es especialmente cuestionable en tanto se fundamenta sobre la teoría del derecho penal del enemigo. Esta teoría se caracteriza por dejar de identificar a los ciudadanos como sujetos de derecho para  considerar a determinados ciudadanos (personas emigrantes, precarios, activistas de los movimientos sociales, etc.) como adversarios internos que quieren derruir el orden preestablecido. Siguiendo esta teoría se deja de castigar conductas para perseguir personas, previniendo delitos a través de la criminalización de lo que consideran grupos peligrosos para la sociedad. Además,  estas medias suelen ir acompañadas de una pérdida de seguridad jurídica al utilizar leyes con términos vagos que permiten mayor discrecionalidad y una restricción de las garantías y derechos procesales.
El Código Penal que entrará en vigor el próximo miércoles se caracteriza por:
- Supresión de las faltas, de esta manera las conductas que antes considerábamos leves pasarán a castigarse como delito o como infracción administrativa, es decir, se castigarán con penas privativas de libertad o con mayores multas económicas.
- Revisión del sistema de penas, aprobando la prisión permanente revisable (cadena perpetua), restringiendo el sistema de libertad condicional y el incremento de penas en delitos continuados y mediales.
- Represión de la disidencia política y social a través de la tipificación de conductas habituales en protestas y manifestaciones como los cortes de carreteras o los encierros en locales o entidades financieras.
- Mayor castigo para conductas relacionadas con la pequeña delincuencia mientras que los delitos de cuello blanco continúan sin abordarse.
- Un aumento de la carga de trabajo mientras que no se aumenta la dotación presupuestaria ni el personal del sistema judicial.
- Mayor coste de la Justicia para los usuarios, se les obliga a asumir las cargas del proceso judicial en delitos comunes como los relacionados con accidentes de tráfico.
Desde Canviem Esplugues consideramos que esta reforma pretende consolidar un ius puniendi represor que hasta ahora se estaba llevando a cabo de manera camuflada. Un claro ejemplo de ello son la persecución a activistas sociales y participantes de huelgas generales como Roger y Mercader de Sant Andreu o Isma y Dani del sindicato estudiantil AEP, a los cuales piden más de 8 años de prisión.

El próximo 30 de junio a las 9 am se ha organizado una concentración de apoyo en la Ciudad de la Justicia.